" Busco amigos. ¿Qué significa “domesticar”? -volvió a preguntar el Principito.
-Es una cosa ya olvidada -dijo el zorro-, significa “crear lazos…"
-¿Crear vínculos?
-Efectivamente, verás -dijo el zorro-. Tú para mí todavía no eres más que un niño igual a otros cien mil niños. Y no te necesito. Tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros. Pero si me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo…
-Comienzo a comprender -dijo el Principito-. Hay una flor… creo que ella me ha domesticado…"
Si hay un libro que atrapa porque habla de manera sencilla y gráfica del valor de la amistad, del heroísmo y la responsabilidad ese es El Principito, de A. de Saint-Éxupery.
El mundo imaginario que descubre el protagonista y al que todos podemos viajar ha seducido a millones de lectores de todas las edades.
Su indiscutible "gancho": decir tanto en tan poco espacio y ofrecer diversas interpretaciones según la edad del lector y el momento en el que esté.
Así han podido comprobarlo los alumnos de Francés de primer ciclo de la ESO asistiendo, en el complejo cultural San Francisco de Cáceres, a la obra de teatro en lengua francesa “Le Petit Prince”, basada en la novela homónima.
Una buena excusa para meternos de lleno en su lectura.