BIBLIOTECA PROFESORA CARMEN MONTERO

Después de años buscándole un nombre a nuestra biblioteca ayer, por fin, se lo dimos. Cuántas veces hablamos, debatimos, propusimos cientos de nombres, ninguno encajaba y decíamos: "Bueno, ya vendrá la inspiración". Ahora que te has ido -sólo físicamente, la verdad, porque te siento pulular por cada rincón de la biblioteca y parece que te oigo proponiéndome actividades, recomendándome películas y libros-, he comprendido por qué no llegaba ese nombre. Después de tanto trabajar y pelear por sacar adelante el proyecto de biblioteca, has tenido que dejarnos para entender que no hay mejor denominación para este pequeño espacio que tanto te gustaba que la que corona la puerta de entrada desde ayer:  Biblioteca Profesora Carmen Montero.

En un sencillo acto, leímos el editorial de nuestro último REC -La Ciencia de los cuentos- como un pequeño homenaje hacia ti y descubrimos la placa con tu nombre y los símbolos de aquello que amabas: Asturias, la lectura y el apasionante mundo de la física y la química. 

Siempre rondarás por aquí, porque como dijo el poeta Jaime Sabines:

"Morir es retirarse, hacerse a un lado
ocultarse un momento, estarse quieto,
pasar el aire de una orilla a nado
y estar en todas partes en secreto..."


"La vida en sí es el más maravilloso cuento de hadas". Esta frase de Hans Christian Andersen puede ser muy inspiradora para el lema de este año de biblioteca. Y haciendo nuestra esa frase, imagina el instituto como un fantástico bosque embrujado o un reino de cuento. Por sus pasillos puedes encontrarte princesas encantadas (de conocerse), príncipes de todos los colores, alguna caperucita que se perdió cuando iba a clase y bellas (y bellos) durmientes a primera hora. También podemos encontrar alguna Blanca y también a Nieves y no es extraño escuchar a algún Pinocho contando aventuras increíbles.
Como en todo cuento hay momentos felices, pero también otros muy tristes. Hace poco una profesora y compañera nos dejó. Ella podía encarnar variedad de estos personajes. Tenía un poco del "genio" de Aladino, algo de alquimista como el mejor de los magos, mucho de sabia que exploraba las estrellas y, para algunos, nuestra mejor hada madrina. Amaba y cuidaba la biblioteca como el Principito a su rosa. Trabajó mucho para que un simple espacio lleno de libros, se convirtiera en el mejor país de las maravillas. Jugó como nadie con fórmulas físicas y químicas, convirtiéndolas en juguetes que nos devolvieron nuestra alma de niño. Jugandoconlaciencia.blogspot.com es como el espejo encantando que siempre nos dice la verdad de las cosas. Y a muchos les prestó sus botas mágicas para avanzar mil leguas en el camino de la ciencia.
Como todo cuento, cuando termina y la última página se cierra, solo queda acurrucarse en nuestra cama y soñar con esos fantásticos personajes y todo lo que nos han enseñado. Aunque con facilidad olvidamos las lecciones que aprendemos en clase, nunca olvidaremos estos fabulosos personajes que en nuestro corazón se vuelven inmortales. Como pequeño homenaje a Carmen, la biblioteca, que fue una de sus grandes pasiones, se llamará Biblioteca Profesora Carmen Montero para recordarnos que nuestra vida es un hermoso cuento de hadas que merece ser contado.

Sergio Gutiérrez Poyato



1 comentario:

  1. Donde quiera que estés, Montero, estarás leyendo, entre películas y probetas, y seguro que rodeada de muchachos. No te has ido. Te lo aseguro.

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